¿Qué pasa con los niños?

Los padres con problemas psíquicos y de adicción suelen sentirse abatidos o sobrepasados por las circunstancias. Al mismo tiempo, en esta situación, los niños necesitan más atención. No importa su edad, los niños siempre detectan si algo va mal. Suelen hacer preguntas a sus padres o a otras personas de su confianza. Sin embargo, hay niños que se guardan los problemas para sí mismos y empiezan a darles vueltas. Hablar abiertamente con ellos es importante.

 

¿Qué necesitan los niños?

Los niños tienen muchas necesidades. Y, cuando las propias necesidades de un padre o una madre se imponen, no siempre resulta fácil atender bien a los niños.

  • Los niños necesitan normas y límites para saber lo que está permitido y lo que no. Eso les aporta seguridad.
  • Debe indicarse a los niños lo que está bien mediante la atención y el reconocimiento.
  • Es posible que tengan mayor necesidad de afecto de lo habitual y de expresar sus sentimientos.
  • Al escucharlos y responder con interés a lo nos que dicen, les hacemos sentir que nos los tomamos en serio.
  • Hay que ser pacientes y permitir los errores. Es importante que los niños se sientan comprendidos y aceptados.
  • Ser autónomos y, además, mostrarlo, aporta a los niños confianza en sí mismos.
  • Tener modelos que les sirvan de guía ayuda y orienta a los niños, independientemente de que sean padres, hermanos mayores o docentes. Los miembros de la familia, vecinos o amigos ayudan a educar durante el día a día. No hay que avergonzarse de pedir ayuda ni de aceptarla.

¿Cómo ayudo a mis hijos?

La asociación de mutuas sanitarias BKK Dachverband ha recopilado estos diez consejos. Estos se enumeran, junto con otra información de utilidad, en el recomendable folleto Nicht von schlechten Eltern (Lo mejor de cada casa).

 

Su hijo se está dando cuenta de que algo va mal. Por eso es mejor explicarlo. Puede esperar a que le pregunte o abordar usted mismo la conversación.

 

Explíquele lo que le preocupa y pregúntele si lo ha entendido. Pregúntele a su hijo acerca de sus sentimientos, impresiones y opiniones y escúchelo con atención.

 

El comportamiento de un niño suele indicar cómo se siente. Si está llamando la atención, puede ser señal de que algo va mal. Hable con él y busque ayuda profesional cuando sea necesario.

 

Ser regular y mantener los rituales diarios ofrece paz y seguridad a los niños. Las rutinas diarias y las comidas juntos ayudan a que sus hijos afronten mejor el día a día.

 

No se exija a sí mismo afrontar y gestionarlo todo completamente solo. Pida ayuda y haga partícipes a otros adultos (por ejemplo, familiares, vecinos o amigos).

 

Para que los profesores sepan lo que está pasando, informe de la situación. De esta manera, podrán apoyar mejor a su hijo. Cuéntele a su hijo que ha informado al centro escolar de la situación.

 

A menudo los niños no desean sobrecargar más a sus padres y, por esta razón, hablan de sus problemas con otras personas próximas. Está bien que lo hagan y no hay razón para desconfiar. Dé permiso a su hijo para hablar con otras personas de confianza.

 

Las conversaciones pueden no ser suficiente. Algunos niños no quieren hablar. En ese caso, debe buscar ayuda profesional.

 

Cada madre y cada padre expresan el cariño de manera diferente. Es importante que los niños se sientan queridos y que esto se les demuestre todos los días.

 

Puede ser útil discutir de antemano un plan de emergencia con los niños, con familiares o amigos. Es bueno tener claro quién puede atender a los niños cuando usted se encuentre mal.

 

Preguntas frecuentes de los padres

Su hijo probablemente ya habrá notado que algo no va bien y puede que lleve mucho tiempo preocupándose por usted. Puede que experimente sentimientos de culpa porque se siente responsable. Hable abiertamente con su hijo acerca de su enfermedad. Suele ser un alivio para los niños el hecho de abordar finalmente el tema y poder expresar todas sus preguntas e inquietudes. Ayuda y reduce los miedos excesivos y los sentimientos de culpa. Utilice los libros que le recomendamos para tener una conversación con su hijo que resulte apropiada para su edad.  

 

Su hijo no le va a perder el respeto cuando le hable abiertamente de su enfermedad. El valor que muestra como padre al hablar de sus problemas también hará que le resulte más fácil a su hijo hablar de lo que lo que le preocupa a él. De hecho, puede estar pasando que su hijo esté asumiendo una gran responsabilidad para ayudarle en casa o en el cuidado de sus hermanos pequeños. Hable con su hijo si siente que está descuidando sus intereses, sus pasatiempos y amigos.

 

Es importante tejer una buena red de ayuda y hablar abiertamente de su enfermedad con amigos y familiares de su confianza. A continuación, puede trazar, junto con ellos y los niños, un plan de emergencia para estos momentos de crisis. Acordar, por ejemplo, dónde pueden comer los niños o quién les puede atender cuando usted no se encuentre bien. Lo pondrá en práctica en los momentos de crisis.  

 

Es cierto que las investigaciones actuales sugieren que los hijos de padres en esta situación tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas psíquicos y de adicción. Con ayuda profesional y con el apoyo de amigos y familiares reducirá mucho los riesgos de cara al cuidado de su hijo. 

 

Aproveche el tiempo en que se encuentra bien para hablar con amigos y familiares acerca del cuidado de niños en caso de emergencia. Si es necesario que le ingresen, puede hablar antes con el personal del hospital o con las personas que presten asistencia a la familia para organizarlo.

El Jugendamt (el Servicio alemán de asistencia social para la infancia y la adolescencia) acogerá bien en todo momento a los padres que se ponen en contacto para pedir ayuda. Posteriomente, procuran ayudar a la familia en su hogar ofreciéndole diferentes servicios. Para ello, existen recursos como la Ayuda socio-pedagógica familar (SPFH), que apoya a los padres con la educación de sus hijos, servicios de atención individualizados como interlocutores de apoyo y acompañantes de las actividades, centros de día o grupos escolares para una atención más intensiva de los niños y adolescentes por las tardes o bien el acompañamiento terapéutico familiar, que elabora recursos y estrategias de solución útiles con la participación de todos los afectados de la familia. En situaciones de emergencia durante las que temporalmente no fuese posible prestarle atención al niño en casa o dejarlo a cargo de familiares o amigos, podrían solicitarse medidas a un organismo de urgencias de los servicios sociales.
Únicamente en situaciones extremas, en las que el bienestar del niño se viese comprometido, esta entidad intervendría para ingresar a los niños en un organismo de urgencias. Sin embargo, si los tutores del niño no estuviesen de acuerdo, existe el compromiso de que los juzgados de familia valoren a la mayor rapidez posible si esta medida es realmente necesaria para salvaguardar el bienestar del menor.

¿Dónde puedo encontrar ayuda?

Nuestro buscador de ayuda localiza medidas en su área, delimitando por código postal. Aquí encontrará recursos online y de toda Alemania. También estos materiales pueden serle de utilidad.